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La Unión Industrial de Entre Ríos (UIER) manifiesta su preocupación por los incrementos impositivos que comienzan a aplicarse en los diferentes estamentos del Estado y los que vendrán, de la mano de la suspensión del Consenso Fiscal 2017 que definía su reducción gradual. Dada la necesidad de reactivar la economía, generar valor y volver a crear puestos de trabajo, la industria ya no soporta mayor presión tributaria que la existente.
Tanto Nación, como Provincia y municipios, generan una red asfixiante de impuestos y tasas que significan, en promedio, el 50% de los costos de los bienes y servicios que se consumen en la Argentina. Por ello, más aumentos y otra vez cambios en las reglas de juego cercenan la posibilidad de realizar nuevas inversiones y de impulsar políticas expansivas dentro de las empresas, lo que termina limitando el desarrollo de las fuerzas productivas que dan vida a nuestros pueblos y ciudades de Entre Ríos.
Es clave comprender que la industria es el sector que genera más empleo registrado privado. Cada trabajador industrial implica otros dos puestos indirectos. Además, en su conjunto representan los mejores salarios del mercado laboral. Por ello, cuando la industria crece, es generadora no sólo de riqueza, valor y empleo, sino de una cultura de trabajo que beneficia directamente a las comunidades.
Por todo ello, la baja impositiva comprometida hace sólo dos años por Nación y Provincia debe continuar. Del mismo modo, es indispensable que los municipios entrerrianos se comprometan con un Pacto Fiscal que reduzca estratégicamente los porcentajes de tasas y contribuciones, hasta igualar a los de municipios como Córdoba y Santa Fe con mayor competitividad e impulso productivo.
Ante un contexto difícil, el sector privado no puede ser el único actor solidario de la economía argentina. El poder político debe sumarse con medidas que traccionen la economía, justamente cuando la intención es reactivar los eslabones de una cadena con limitaciones, roturas y hasta paralizada. En este sentido, desde la entidad se considera que la salida no es por otro lado que recreando las posibilidades de crecimiento y generación de empleo. Reducir el gasto público improductivo, morigerar la presión impositiva y lograr previsibilidad en las reglas económicas, son algunas de las condiciones necesarias para lograr un desarrollo competitivo de la economía.