La Federación Agraria Argentina (FAA) Distrito III, que representa a pequeños y medianos productores de Entre Ríos, advirtió que la situación económica del sector sigue deteriorándose, a pesar de los buenos rendimientos en los principales cultivos de la provincia. “Por más que los rindes sean buenos, los números están cada vez más en rojo”, sostuvo el director del Distrito III de la FAA, Matías Martiarena, reflejando la preocupación generalizada entre los productores.
Martiarena explicó que la continuidad de las retenciones y la falta de medidas concretas para aliviar la presión fiscal ponen en jaque la rentabilidad del agro entrerriano: “De no prorrogarse y aplicar un mayor porcentaje a la baja de retenciones, los productores podrían atravesar una de las peores campañas. La soja sigue arrojando pérdidas y, en el mejor de los casos, apenas empata”, advirtió. A este escenario se suman la saturación de la logística, la escasa demanda y la consecuente caída de precios, que agravan aún más la situación.
El referente de FAA también manifestó el malestar del sector por las recientes declaraciones del presidente Javier Milei y de legisladores que, según Martiarena, “con liviandad minimizan la carga impositiva que soporta el sector agropecuario”. “Al parecer nada ha cambiado con respecto a gobiernos anteriores, nos vinieron a convencer con libertad, pero siempre y cuando seamos nosotros los que paguemos la fianza”, cuestionó.
Presión fiscal y márgenes negativos
La situación de los productores entrerrianos está marcada por una presión impositiva récord y márgenes negativos en los principales cultivos. Según informes de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos y la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), el Estado retiene el 65% de la renta agrícola de los productores entrerrianos, el porcentaje más alto del país. En el caso de la soja, la participación estatal llega al 68,5%, en trigo al 69,5% y en maíz al 56,6%. Además, la mayor parte de estos impuestos no se coparticipan a las provincias, lo que profundiza el reclamo del sector.
A esto se suma que, según un estudio de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos y la UNER, los costos de producción agrícola crecieron más del 150% en el último año, mientras que el valor en pesos de los cultivos aumentó apenas un 95%. En soja, por ejemplo, los costos subieron cerca del 150% y el precio solo un 84%, profundizando la pérdida del poder de compra del productor.
Llamado a la unidad y a políticas urgentes
Desde la FAA Distrito III reclaman que el entramado político, tanto a nivel Ejecutivo como Legislativo, comprenda la asfixiante situación que atraviesa el productor agropecuario. “Las entidades gremiales del agro, sin distinción de escala o tamaño, debemos estar en sintonía para defender los reclamos del sector”, subrayó Martiarena.
“Hoy los números hablan por sí solos. Quien no quiera entenderlo, tal vez sea la historia la que lo juzgue”, concluyó el dirigente, reiterando la urgencia de políticas que alivien la presión fiscal y mejoren la competitividad para evitar una crisis aún mayor en el campo entrerriano.