Ante la aparición en Chile de un foco de Influenza Aviar que afectó a una producción de pavos y a fin de evitar los altos riesgos que significa una eventual introducción de esta enfermedad transfronteriza, el Ministerio de Producción, a través de la Dirección de Ganadería Bovina, Porcina y Avícola, solicitó a la población especialmente rural y granjera, informar a las autoridades más cercanas del Senasa cualquier novedad sanitaria en las aves en producción o de traspatio.
En el vecino país de Chile, se registró un foco de Influenza Aviar (IA), que afectó a una producción de pavos. Se trata de un virus de baja patogenicidad del Sub-tipo H7, de declaración obligatoria ante las autoridades sanitarias.
Para la República Argentina esta enfermedad de las aves es exótica (no existe en el país), por lo tanto nos garantiza a través del Estatus Sanitario Adquirido, comercializar con los más de 60 mercados internacionales a los que hoy exportamos productos y derivados avícolas. Además de desarrollar normalmente la producción granjera de carne y huevos de consumo en la Argentina.
A fin de evitar los altos riesgos que significa una eventual introducción de esta enfermedad transfronteriza, el Ministerio de Producción, a través de la Dirección de Ganadería Bovina, Porcina y Avícola, solicita a la población especialmente rural y granjera avícolas, informar a las autoridades más cercanas del Senasa, cualquier novedad sanitaria en las aves en producción o de traspatio, toda presentación de mortandad injustificada o de presencia de aves con síntomas compatibles con la enfermedad – consulta en forma inmediata a profesional- para informar a Senasa.
En este contexto, el Senasa solicita a nivel nacional extremar las medidas de prevención en granjas, empresas y establecimientos avícolas, para evitar el ingreso del virus a la Argentina, donde nunca se detectaron casos en aves domésticas industriales ni de traspatio.
Para ello, el organismo recomienda fortalecer las medidas de bioseguridad en las granjas avícolas: reforzar los controles de ingreso a las mismas (minimizar visitas y presencia de extraños al establecimiento), impedir el ingreso de otros animales, instalar o controlar el correcto funcionamiento de pediluvios y rodaluvios con sus respectivos desinfectantes, controlar moscas y roedores, utilizar o instalar los compost debidamente y no arrojar guano o aves muertas fuera de la granja.
Asimismo, resulta fundamental evitar el contacto de gallinas y pollos con aves silvestres, colocando alambrados de malla antipájaros en las granjas de postura y reparando aquellas protecciones que lo necesiten.
Además, es conveniente restringir los viajes y visitas a granjas avícolas de Chile por parte de profesionales ligados a la avicultura. En caso de que fueran imprescindibles, al regresar a la Argentina se debe evitar el ingreso a las granjas al menos durante una semana.