«Hay que abrir todas las propuestas culturales y ofrecerlas para todos puedan disfrutarlas y tener accesibilidad a la cultura como un bien propio».
La actividad se desarrolla como parte del ciclo Cultura Encendida, el Parador continúa este domingo y los fines de semana que siguen hasta el 3 de marzo.
El mandatario junto a su esposa Mariel Avila y la secretaria de Turismo y Cultura, Carolina Gaillard, saludaron a los artistas y el equipo de trabajo que lleva adelante la iniciativa del gobierno provincial. Allí, dijo que «poder tener este espacio es algo que todos los vecinos de la ciudad y los que han venido de otras ciudades para ver este ciclo que ya todos los sábados se ha instalado. Son noches de verano que se invita a disfrutarlas con distintos tipo de música, hoy con rock, pero hay otros géneros que se desarrollan cada sábado y abren una alternativa y una buena propuesta cultural para disfrutar la noche».
Destacó que «hay que abrir todas las propuestas culturales, en toda su dimensión y ofrecerla para que los vecinos puedan disfrutarlas, puedan tener accesibilidad a la cultura como un bien que es propio de cada uno de nosotros».
Agregó que además desde la Secretaría de Turismo y Cultura se está trabajando en todo el territorio provincial «con un escenario móvil que lleva a cada pueblo, a cada lugar una propuesta con teatro. Es acercar la cultura a la gente»
Noche de sábado
Desde temprano se respiraba rock en el predio de La Vieja Usina, y se fue armando el clima para una noche de sábado en que el público vibró junto a Impostores Rock, Bhúo Radar, Danza Combate y Eruca Sativa .
El rock local
“Cazador de tormentas”, de Impostores Rock, arrancó las primeras palmas a un público que se iba acomodando sobre el espacio abierto. «Pensamos que el enemigo es el odio, pero es el miedo», señaló la voz del grupo, Silvio Godoy, luego de agradecer la posibilidad de contar con ese espacio sobre el escenario y presentarse ante el público que seguía llegando hasta el lugar.
Más tarde, cuando el sonar de la batería latía en los cuerpos, Búho Radar le ponía ritmo a una noche que iba creciendo un entusiasmo con un público joven cada vez más masivo y que comenzó a saltar con el rock. «Gracias al gobierno de Entre Ríos por organizar este tipo de eventos. Y que se sigan organizando por los siglos de los siglos», resaltó Rafael Finondo Raggio, el vocalista del grupo. La banda culminó su actuación con “Parte de la parte”, invitando a Luisina «Lula» Bertoldi a cantar como anticipo de lo que vendría y dejando el clima bien arriba para dar el pase a Eruca Sativa.
Mujeres en escena
En el intervalo, una voz femenina sorprendió al público pidiendo por una joven desaparecida el 15 de enero. Así comenzaron a interpelar al público las Danza Combate siguiendo con una lista de mujeres víctimas de violencia hasta que comenzó a sonar una alarma y el danzar de los cuerpos se inició frente a la sala Verónica Kuttel. Al grito de «vivas y libre nos queremos», el grupo cerró su interpretación siendo fiel a su estilo combativo.
Las integrantes femeninas de Eruca Sativa iniciaron su espectáculo minutos después. Como era de esperar, el patriarcado fue uno de los temas abordados desde las canciones en el repertorio. El entusiasmo siguió creciendo a medida que avanzaba el show y la noche continuó su curso con un público que no paró de cantar, bailar, hacer palmas y registrar esos momentos con sus teléfonos móviles. Aún cuando el calor no daba tregua, el espacio se vio colmado sin menguar nunca el entusiasmo y la cantidad de espectadores.
«Esta hermoso el parador, disfrutemos en paz, cuidémonos», invitó Lula desde el escenario. «Estos espacios son los que sirven», subrayó la guitarrista y cantante, mientras saludaba al público que le respondía con gritos y aplausos en una energía que fluia incesantemente. Luego de tocar el último tema, los artistas se bajaron del escenario para recibir el cariño del público y prestarse a los pedidos de selfies mientras lentamente se desconcentraba la multitud.
Viernes Emergente
Arrancando la tarde noche del viernes estaban al ritmo de la música las y los payadores de este siglo, raperos señalando con sus manos y rimando, hiphoperos comenzando a mover el cuerpo lentamente, jóvenes de estas nuevas culturas urbanas emergentes.
Una vez que comenzó el duelo de Socios Líricos se fue arrimando el público. «Subiendo las manos si a vos te gusta hip hop», invitaban desde el escenario. Temas como el amor, el desengaño, los miedos y sentimientos, la situación social de país, Santiago Maldonado y la vida cotidiana de los barrios en el lenguaje de la calle fueron parte del repertorio.
«Cuando quieras correr no te van a dar los pies. Rap de Paraná, Entre Ríos, Argentina», se presentaba Ramiro. «Ser valiente es vivir enfrentando tus miedos», decía el rapero, y agregaba: «es poesía lo que suelto». Los bro…y los gauchos… siguieron soltando las métricas a medida que avanzaba la noche en el Parador Usina.
Noche y día produciendo
Gabi Zonis hizo la punta a las voces femeninas; sumándose de a poco y alternando en el escenario músicos y DJ, mezclados con las palmas y las manos arriba del público en su mayoría joven. Los artistas agradecieron a la gestión de cultura provincial por apoyar la cultura emergente que representa parte de lo que les sucede en los barrios y a las y los jóvenes. «Que estamos haciendo, noche y día produciendo», remarcaban desde las letras.
El graffiti digital sobre una de las paredes de la Usina fue otra de las opciones de la noche para disfrutar o acercarse a otra de las artes de la cultura urbana. La misma pared fue escenario para los cuerpos danzantes de Verenice Dance, que dibujaron sobre la pared caminos de colores digitales colgadas de arneses.
«Solo en dos pasitos podés estar en la tumba», «un presidente miente y nadie dice nada», «no muero callado», «no conozco de silencios», rezaba desde sus prosas Big Nacho, mientras invitaba a estar con un puño al aire «y que lo sientan de corazón». Desde el escenario, Chinwarlin fue tirando consignas como “dejen de tirar papeles que para eso pusieron un cesto”, “buscame en YouTube”, “posteen con el hashtag #paradorusina”, “si tienen un sueño síganlo”, en los intervalos entre tema y tema.
Los poetas urbanos se movían sobre el escenario como si las palabras necesitaran sacudirse antes de ser soltadas en rima. La noche culminó con batallas en las que los protagonistas contestaban rapeando a un oponente con un tiempo y tema consignado por los organizadores y que luego el público evaluaba en aplausos y vítores. Para el cierre un dúo de bailarines realizó un despliegue de break dance que fue premiado con el entusiasmo del público.