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José «Gaucho» Hernández dialogó con La Tarde Informativa y confirmó sus planes para regresar a su tierra natal y radicarse definitivamente en Puerto Víboras, desde donde tiene proyectado transmitir su programa. En una charla con pasado, presente y futuro, se refirió tanto a su formación como locutor como a los avatares que atraviesan los campos de su familia en la zona y su deseo de que la gente de Puerto Víboras, Hernandarias, Piedras Blancas pueda “demostrarle al mundo que allí también se logran las cosas”.

Desde Buenos Aires, donde transita esta época de pandemia, el Gaucho confesó que “el Covid hizo el quiebre” para decidirse a regresar. “Siempre quise volver a Hernandarias y a Puerto Víboras. Yo soy del paraje. Me fui de muy chiquito, no lo alcancé a disfrutar, a su gente, sus olores, sus costumbres, la chamarritada. Iba y venía. Le escribí a Puerto Víboras, a la escuela”.

Retorno al paraje

Y confirmó: “estoy volviendo. Si Dios quiere en septiembre ya voy a estar viviendo allá, y transmitiendo en vivo para Argentísima Satelital”, haciendo el programa “desde el campo, el paraje. Y si lo permiten las autoridades desde el flotante en Hernandarias”, lanzó.

El Gaucho reseñó que su carrera comenzó en Telefé, de ahí pasó a Crónica TV, donde estuvo cinco años y de ahí a América, donde estuve 25 años. “Sin hacer folklore, que era lo que quería hacer”, admitió.

También reveló que “hubo ofrecimiento de C5N. No lo acepté. Me quiero ir a Puerto Víboras. Hay otros ofrecimientos pero están muy livianos, de un canal que está por salir. Me interesa quedarme en Argentinísima”.

El periodista comentó que durante la cuarentena por el Covid “trabajamos muchísimo, tenemos señales por streaming y radio” y anunció su determinación de transmitir desde sus tierras natales: “quiero que Puerto Víboras se vea. Poder salir desde el Sagrado Corazón de Jesús, en vivo para todo el mundo, mostrando nuestra gente, costumbres, nuestro río”.

En Puerto Víboras, Hernandarias, Piedras blancas, hay gente que puede demostrarle al mundo que también se logran las cosas desde esa ciudad como Hernandarias.

Campos

En un capítulo de la entrevista el Gaucho contó que “los Hernández tienen varios campos” en la zona de Hernandarias y Víboras. “Tenemos las escrituras, los impuestos al día. Me dicen los Hernández ‘quedate ahí, administrá todo’”.

Y confesó que una de las propiedades habría sido vendida indebidamente. “En El Piquete hay 18 hectáreas, entre Puerto Víboras y La Piragua, a nombre de Santiago Hernández hace 70 años. Alguien entró, empezó a desmontar en el lugar donde yo tenía planeado hacer esto. Capaz que a un pobre tipo le vendieron tierras que son nuestras y nadie le dijo «che, capaz te están estafando». Y se metió”.

Hernández afirmó que reclamó pero no obtuvo respuestas de las autoridades. “Llamo y nadie te da bola. Están usurpando tierras, o por lo menos a mí, a los Hernández. No voy a dar nombres, pero llamo autoridades. Si no voy yo, no tengo problema, pero nadie ejerce autoridad. Me dijeron que hable con la vicegobernadora (Laura Stratta). Estoy hablando con (la secretaría de) Cultura, por el tema del programa. Es ir y avisarle al señor que compró nomás”, enfatizó.

Orígenes y Tarragó Ros

En otro tramo de la charla con La Tarde Informativa el Gacho recordó sus estudios de locución en el ISER (Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica)  y reseñó una anécdota imperdible con el chamamecero Tarragó Ros. “Había dos ramas de la locución. Una era la nacional, de donde salió Rodolfo Barilli, de Telefé, que era mi compañero de aula. Y la otra era la rama comercial y periodística, por la que yo me incliné. En aquel momento te decían que tenías que hablar como en neutro. Yo tenía un acento medio arrastrado. Te hacían hacer ejercicios”, evocó.

Y continuó: “cuando te recibías tenías que llevar un profesional a que hable al ISER. Yo hablo con Antonio Tarragó Ros. Me dice ‘sí, pero la vas a pasar mal’. No entendí lo que me decía. Aquel día, Antonio se sienta y yo me quedo en el fondo del salón parado. Antonio dice ‘mire director, no le va a gustar lo que voy a decir. Y esto va para vos, Gaucho’, y me señaló”.

Según su memorioso relato, Tarragó Ros advirtió en aquella presentación: “nunca le voy a perdonar al Gaucho que haya perdido el acento. Y a ustedes, directores, que los chicos que vienen con esa riqueza natural del acento, se lo saquen. Yo prendo la radio y no sé quién me habla. Yo antes prendía la radio y sabía que me hablaba Fulana de Tal, porque le conocía la voz. Ahora no conocemos a ninguno de esta gurisada”, fue la reflexión que hizo el músico delante de todo el auditorio.

Y el Gaucho remató la anécdota: “hace 35 años y me acuerdo. Te cambiaban el acento, te hacían hablar en inglés. Pero a partir de ese momento Guillermo Lázzaro, que era el director del ISER, dijo ‘tiene razón, no hay que cambiarle al acento a los chicos que vienen del Interior’».