A partir del 18 de agosto, cuando debute la Superliga, el fútbol codificado volverá a ser, como en los 90, un coto de caza privado para los grandes operadores de TV paga, violando los primeros cinco artículos de la vigente Ley de Defensa de la Competencia.
El “Fútbol para todos” pasó a ser un “Negocio para pocos”. El criterio de accesibilidad al deporte más popular del país que signó al programa estatal iniciado en agosto de 2009 pasó a tener una matriz netamente comercial, que afecta directamente a los televidentes y a los cableoperadores de menores recursos. En la nueva etapa, que comenzará el viernes 18 de agosto cuando debute la Superliga, el fútbol codificado volverá a ser el producto televisivo a partir del cual los grandes jugadores del mercado incrementarán su poderío. No sólo porque el denominado “Pack Fútbol” para ver todos los partidos tendrá un costo mensual de 300 pesos por abonado desde noviembre, una vez que hayan pasado las elecciones generales y al gobierno no le importe ya asumir el costo político.
Principalmente, el “uso comercial” del fútbol ya se percibe en que los dueños de los derechos de televisación, Fox Sports y Turner, no le imponen a todos los cableoperadores las mismas condiciones de comercialización de sus señales, exigiéndole a los operadores más pequeños un mínimo de abonados garantizados sucriptos a las señales premium, en una decisión que violaría la ley de defensa de la competencia.
A medida que se acerca la fecha de inicio de la Superliga, comienzan a conocerse detalles de la comercialización de las transmisiones televisivas de los partidos. Se sabe que Fox Sports y TNT Sports se repartirán siete partidos cada uno por fecha del campeonato de primera división. Según se supo, la intención de los dueños de los derechos de televisación hasta el 2022 (con posibilidad de extenderse por cinco años más) es que los 14 partidos por fecha se repartan en un esquema en el que se transmitan dos partidos los días viernes, cinco los sábados, otros cinco los domingos, y otros dos los lunes.
Ese cronograma “ideal” estará supeditado, lógicamente, a las participaciones de los equipos argentinos en copas internacionales y a las decisiones que partan de los organismos de seguridad, que eventualmente pueden afectar el calendario consensuado. La intención de la Superliga y de los dueños de los derechos es que la semana próxima se conozca el fixture completo del campeonato de 28 equipos, con los días en los que se disputará cada encuentro.
En el contrato firmado entre Turner y Fox, además, se establece que en cada fecha cada canal transmitirá en vivo y en directo un partido de Boca o de River, por lo que Fox Sports y TNT Sports tiene garantizados contar con un juego por fin de semana de alguno de los dos equipos más populares del país. Los partidos de Boca y River se intercalarán entre ambas señales, que transmitirán uno y uno. El clásico tendrá transmisión en los dos canales, y nadie duda de que se jugará después del 31 de octubre, fecha a partir de la cual sólo tendrán acceso al fútbol aquellos que abonen 300 pesos mensuales.
Hasta las elecciones, el gobierno logró que todos los partidos se emitan también en calidad estandard para los que paguen un abono básico de TV paga. Aquellos que quieran ver los partidos en Alta Definición (HD) deberán abonar los 300 pesos del “Pack Fútbol” desde el mes de agosto.
Ese paquete premium permitirá a quienes puedan abonarlo acceder a las señales Fox Sports Premium y TNT Sports, pantallas que además de transmitir los partidos en HD, contarán con programas de producción original independientes. Incluso, los canales emitirán los partidos cruzados en diferido. En un principio, serán pantallas ciento por ciento dedicadas al fútbol, pero la intención es que a futuro incluyan eventos de otros deportes. Si bien se desconocen los equipos periodísticos que formarán parte de cada canal, fuentes de ambas compañías le confirmaron a un diario de Bs As. que no compartirán duplas de relatores y comentaristas, ya que tendrán equipos independientes entre sí. De hecho, mientras la producción de la transmisión de los partidos de Fox Sports estará a cargo de Torneos, la producción de TNT Sports correrá por cuenta de La Corte.
Fuentes consultadas señalan que el martes 15 de agosto es el día reservado para realizar el evento en el que se presentará públicamente la Superliga y se conocerán las programaciones de los canales, los cuales estarán al aire recién después de esa fecha.
Más allá de las características periodísticas y artísticas que tendrán las transmisiones, hay un dato sobre las diferentes condiciones de comercialización que Turner y de Fox ofrecen el “producto fútbol” a los operadores de TV paga argentinos que no puede dejarse pasar por alto. Las dos compañías estadounidense les exigen a los cableoperadores más pequeños del mercado argentino un “piso mínimo de abonados al pack fútbol garantizado” para acceder al servicio. Esa exigencia, que no es impuesta a los grandes jugadores de la industria de TV paga del país (Cablevisión, DirecTV y Telecentro), recae en los pequeños operadores nucleados en la Red Intercable (230 PyMes, con presencia en 560 localidades de 21 provincias y que suman 610 mil abonados) y en la Cooperativa de Provisión y Comercialización de Servicios Comunitarios de Radiodifusión (COLSECOR).
En su más reciente publicación, la consultora especializada Business Bureau detalló que Cablevisión concentra el 40 por ciento del mercado, DirecTV el 29 por ciento, Supercanal el 7 por ciento, Telecentro el 6 por ciento, mientras que el sector de Pymes y cooperativas –al que se le impone el piso mínimo– representa el 17 por ciento del total.
La imposición de Fox y de Turner para que esos pequeños y medianos operadores de TV paga puedan acceder a las transmisiones de fútbol es que, desde noviembre, deben garantizar que por lo menos el 12 por ciento del total de sus abonados totales estén suscriptos al “Pack Fútbol”, o al menos deben rendirle el dinero como si así fuera (presunto, más allá de que logren o no vender esa cantidad de “paquetes”). No sólo eso: ese “piso mínimo garantizado” contempla un crecimiento del tres por ciento de los que abonan los 300 pesos mensuales de manera trimestral, con el objetivo final de que a 18 meses todos los operadores tengan el 30 por ciento de sus clientes pagando el servicio premium. Una exigencia discriminatoria y abusiva, teniendo en cuenta que corre para todos los operadores. Basta un dato para corroborar el abuso: la TV paga tiene una penetración del 81 por ciento en el país, de los cuales apenas por encima del 20 por ciento de los clientes totales está suscripto a algún servicio premium o pay per view de cine o series.
“La discriminación en perjuicio de los pequeños cableoperadores en las condiciones establecidas por Fox y Turner para venderles el paquete del fútbol está reñida con el artículo 42 de la Constitución Nacional, que previene contra ‘toda forma de distorsión de los mercados’ y, en específico, viola los primeros cinco artículos de la vigente ley de defensa de la competencia”, le explica a PáginaI12 Martín Becerra, especialista en Comunicación, docente e investigador UBA, UNQ y Conicet. Y agrega: “Varias de las últimas novedades del mercado de medios (incluyo a la comercialización de la exhibición del fútbol por TV pero también a la fusión de Cablevisión y Telecom) ameritan un examen no sólo desde la cuestión de los derechos ciudadanos, sino también desde la defensa de la competencia. En ambos casos, hay razones para preocuparse.”
Si bien la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) fue desguazada por el gobierno, que la busca reemplazar con la siempre postergada Ley de Telecomunicaciones Convergentes, lo cierto es que el traspaso de todos los partidos a la TV paga atenta contra el artículo 77. En efecto, ese artículo de “derecho al acceso de contenidos de interés relevante” estipula que se garantiza gratuitamente “el derecho al acceso universal –a través de los servicios de comunicación audiovisual– a los contenidos informativos de interés relevante y de acontecimientos deportivos, de encuentros futbolísticos u otro género o especialidad”. Para elaborar el listado que que se contemplaría bajo este articulado, el actual Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) debería convocar a una audiencia pública anual.
Cualquier similitud del uso abusivo del “producto fútbol argentino” de parte de los dueños de los derechos y de los grandes operadores de TV paga del mercado y lo que ocurrió en la década del noventa no es mera coincidencia. Es, más bien, una lógica de desarrollo comercial de quienes tienen posición dominante en el mercado de TV paga argentino. Si en los noventa, el Grupo Clarín se valió de los derechos de televisación del fútbol argentino para expandirse en un mercado en crecimiento, fagocitándose a la competencia de Cablevisión en las principales ciudades, el esquema del nuevo fútbol codificado puede provocar otra nueva oleada que concentre aún mucho más el mercado de TV paga.