Unos 30 empleados de la fábrica de cartuchos de caza y competición de CTL Activ Argentina SA, ubicada sobre Ruta 12o 486), en proximidades de Cerrito, cesó sus actividades con suspensión de personal el pasado 8 de abril. Existe mucha incertidumbre entre los empleados por la continuidad de la fuente laboral ya que desde la empresa hay bastante hermetismo en cuanto al futuro. Cumplido el plazo reglamentario de 30 días de suspensión se presentarían en la empresa donde podrían conocer sobre la reanudación o no de las actividades.
Ante la decisión por parte de la firma que preside el empresario José Luis Urcelay Vicuña, el abogado que patrocina a los empleados, Flavio Steven, manifestó que sus defendidos «están preocupados por esta situación porque ven esto como una patada final».
En el mismo sentido aseveró, «ellos la ven mal a la fábrica, no hay ventas, tiene mucho stock, 6 millones de cartuchos sin vender y tuvieron problemas con los insumos: son de baja calidad y vinieron unas sebas fulminantes italianas, ‘pistones le llaman ellos’, que son duros y no explotan», explicó Steven. «Vendieron unos cuantos chasis a costo de caza el año pasado y fracasaron, quedaron mal con turistas extranjeros y el español no respondió; son cuestiones comerciales», agregó. «Entonces los clientes fueron a comprar a la competencia que son un poco más baratos y andan bien, encima».
«Este hombre está haciendo la suspensión de todo el personal con un planteo de reducción del trabajo o causas de fuerza mayor, que, por cuestiones de orden económico, son situaciones que están previstas en la ley de contratos de trabajo, incluso para preparar un despido generalizado pagando la mitad de la indemnización. Si es de buena fe, para conservar la fuente laboral, está todo bien, los muchachos ponen el hombro. Pero también están preocupados porque lo ven como un preparativo de una patada final. Ahí está la situación de preocupación», insistió.
«Nosotros hicimos una presentación al Ministerio de Trabajo, impugnamos las causales que ellos invocan en cuestiones económicas; las impugnamos porque son una suerte de mal gerenciamiento o de llevar mal adelante los negocios de la empresa. No es una cuestión generalizada de la actividad», dijo Steven.
Luego, el abogado defensor de los suspendidos hizo hincapié en las dos gestiones que realizaron: «Una fue la impugnación de las causales de la suspensión de los empleados: presentamos un escrito firmado por todos los muchachos, manifestando a qué obedecía la mala situación de la fábrica, y por otro lado informamos en el Departamento de Policía de Trabajo y vinieron a hacer un relevamiento de todo el personal. Ahora están en una situación de asamblea y alerta todos los trabajadores, porque en la consulta frente a la suspensión se preguntaban si en realidad los colocan en una situacion de abandono de trabajo y ellos, en realidad, no quieren abandonar el trabajo».
Luego, Flavio Steven comentó que en los últimos días los suspendidos han mantenido una reunión con el Departamento de Policía de Trabajo por dicha situación y reafirmó que «acá el tema a resolver es el trabajo. «El problema está y no es que se está fogoneando nada, porque hay familias que están sufriendo».
Fuente: Paraná Campaña.