Esta organización que preside Sebastián Bel y está integrada entre otros por Maximiliano Godoy titular de la entidad gremial empresaria de Hernandarias, recolecta datos de todos los destinos y los cotejan con los oficiales para obtener conclusiones de la marcha del sector turístico en Entre Ríos, este es uno de los más dinámicos que sostienen la economía provincial y es monitoreado permanentemente por la CET.
Los empresarios turísticos entrerrianos, esperan la temporada de verano como la oportunidad de posicionarse ante la estacionalidad del resto del año, y, en ese sentido, la temporada que se termina no fue diferente. Por otro lado, en esta oportunidad, poco antes de comenzar el periodo de vacaciones 2018, cuando las cartas ya estaban jugadas, el gobernador Bordet, designa a la nueva secretaria de turismo y cultura de la provincia.
Por su ventaja estratégica, debido a exiguas distancias con grandes centros urbanos, poseedores de millones de habitantes habidos de disfrutar de sus termas, sus fiestas populares, sus carnavales, sus playas, su ecoturismo y su pesca deportiva; nuestra provincia, fue una de las favorecidas en materia de visitantes, marcándose fuertemente la presencia de miles, los fines de semana, superando el 90% de ocupación.
En ese marco, gracias a una evolución positiva, los complejos termales, fueron durante la temporada, los que marcaron el pulso del ritmo turístico, sobresaliendo aquellos que impulsaron la inversión de parques acuáticos; debemos remarcar que fruto del trabajo incesante que estos vienen desarrollando, mes a mes, verano o invierno, en pos de mantener vigente el concepto de Capital Nacional de los Circuitos termales, el argentino cada vez más, tiene presente que venir a nuestra tierra, significa venir a disfrutar de las Termas.
Otro aspecto que sumó, fueron las 48 fiestas populares, que se realizaron a lo largo y ancho de nuestro territorio; Nacionales, provinciales, departamentales, motivaron a miles de compatriotas y vecinos orientales, amantes de la tradición, del buen comer y el buen beber, con ansias de disfrutar de diversos espectáculos, carnavalescos, musicales, de danzas, circenses, humorísticos, jineteadas, folclóricos, de todos los niveles, a gratificarnos con su presencia, en más de 20 ciudades, dándoles un gran impulso a los destinos, consolidados y emergentes.
Comenzamos la temporada en diciembre con alta expectativa, con una primera quincena de enero que mostró niveles del orden del 50 y 60 por ciento, con un notorio bajo nivel de gastos per cápita. Observamos la campaña que se realizaba a nivel país por la flamante secretaría de turismo y cultura, y comprendimos que la buena sinergia de la novel secretaria, más una abultada agenda de eventos y fiestas populares, comenzaba a permitirnos vislumbrar un recupero en los niveles de ocupación tan deseados, así, la segunda quincena mejoro notablemente dándole un respiro a los altibajos que la inversión turística entrerriana, definitivamente, no merece.
Febrero se mostró, literalmente mejor que enero, con un elocuente broche de oro el fin de semana extra largo de carnaval, durante el cual hasta las localidades más pequeñas vieron colmadas sus propuestas carnestolendas, corroborando que nuestro destino Entre Ríos estuvo entre los más elegidos por los argentinos, con una ocupación promedio del 99 por ciento, con un gasto promedio diario por turista de $ 940.- por encima de los $ 875.- de gasto promedio a nivel nacional. Sumado a la llegada de miles de excursionistas que disfrutaron nuestra provincia por menos de 24 hs. permitiéndonos recuperar el tercer puesto del mercado interno nacional, detrás de Buenos Aires y Córdoba.
Y así termino la temporada, con la satisfacción del trabajo concluido y la incertidumbre en muchos de los prestadores turísticos, sobre qué tipo de estrategia deberán implementar, para cancelar las altas facturas de servicios que pronto, si no ya, comenzaran a llegar, cargadas de un alto componente impositivo.
De este modo, cualquier evaluación de la temporada debe, como mínimo, lo siguiente.
- Revisar la inversión de los últimos años y, con el resultado en la mano, sentarnos a dialogar.
- Consensuar la promoción turística, enunciando los múltiples productos que tiene nuestra provincia con el fin de mejorar la ocupación hotelera y para hotelera de lunes a jueves.
- Evaluar el modelo de costos con que se enfrentará la temporada baja, para mantener el nivel de servicios sin afectar la calidad de los mismos.
- Impulsar inversiones en materia de sustentabilidad para el uso de recursos de energías renovables y especialmente propiciar la mejora en accesibilidad con el fin tener un sistema turístico entrerriano más armónico e inclusivo.
La labor de la Cámara Entrerriana de Turismo, es analizar e impulsar acciones que conlleven a enriquecer el debate del trabajo en conjunto, demostrando de forma concreta que la actividad, en realidad, está más cerca de repuntar sustentablemente si se aplican nuevas herramientas que contribuyan a reducir los altos costos fijos que el sector sufre a lo largo del año, que de quedarse en lo discursivo.