En distintos Institutos de Educación Superior de Entre Ríos crece la preocupación por la posible reducción de la oferta académica a partir del próximo ciclo lectivo. Directivas recientes, conocidas de manera informal por equipos directivos y docentes, apuntan a una revisión de carreras, cohortes y plantas de horas cátedra que podría derivar en el cierre de propuestas formativas en varias localidades de la provincia.
La inquietud se replica en diversos puntos del territorio entrerriano, donde los institutos de formación docente y técnica cumplen un rol clave para el acceso a la educación superior pública, especialmente en ciudades y localidades pequeñas.
El IES Maestro Rural Nasario Lapalma es una referencia educativa en la zona —que incluye a Villa Hernandarias, Piedras Blancas, Pueblo Brugo y áreas rurales cercanas— y la posible no apertura de nuevas cohortes y anexos académicos aparece como un escenario concreto. Este instituto, que tiene como carrera de base el profesorado de Educación Primaria y suma otras ofertas anexas, se estima que hay alrededor de 150 personas preinscriptas para nuevas carreras, por fuera de la matrícula de la carrera principal. Todas ellas aguardan definiciones para saber si efectivamente podrán comenzar a cursar en 2026.
Referentes de la educación superior advierten que un eventual cierre de carreras o reducción de cupos obligaría a muchos jóvenes y adultos a trasladarse a ciudades más grandes para continuar estudios, con el consecuente impacto económico y social para las familias.
Según trascendió, se trabaja sobre un esquema que:
- Garantizaría por un año la continuidad de las tecnicaturas superiores.
- Mantendría los profesorados que cuentan con horas de planta permanente, aunque sujetos a un informe técnico sobre necesidades de docentes por titulación con proyección a 2027.
- Dejaría en suspenso las carreras que se sostienen principalmente con horas de planta temporaria, a la espera de resoluciones que se comunicarían en las próximas semanas.
- Establecería que las inscripciones a primer año se realicen según la disponibilidad de espacio físico en cada institución y por orden de llegada, sin una normativa clara que respalde aún ese criterio.
Estas definiciones preliminares ya generaron incertidumbre entre quienes estaban planificando iniciar estudios superiores el año próximo, así como entre docentes y equipos de conducción que no cuentan con precisiones oficiales sobre la continuidad de las carreras a su cargo.
Clima de malestar y posible conflicto
En este contexto, trascendió también un clima de malestar creciente entre sectores docentes, que interpretan estas medidas como parte de un ajuste en el sistema educativo provincial. Entre las principales preocupaciones se mencionan:
- La posible clausura de cohortes y carreras en el Nivel Superior.
- La reducción de cargos, cursos y horas cátedra en distintos niveles educativos.
- La incertidumbre laboral para docentes que dependen de plantas temporarias.
- Las dificultades que implicaría para los futuros estudiantes la combinación de cupos restringidos, criterios de inscripción por orden de llegada y limitaciones edilicias.
Frente a este escenario, se analiza la realización de jornadas de protesta y acciones de visibilización específicas en los Institutos de Educación Superior, antes del cierre del año, con el objetivo de reclamar definiciones claras y que no se afecte el derecho a la formación docente y técnica en Entre Ríos.
Mientras se esperan comunicaciones formales por parte de las autoridades educativas, la sensación dominante en los institutos de la provincia es de expectativa y preocupación por el futuro inmediato de las carreras y por el impacto que las decisiones finales puedan tener en las comunidades locales.